¿Por qué todos los gatos carey son hembras?
Todos sabemos que en nuestro mundo, existen muchísimas razas
de felinos, desde los más salvajes hasta los domésticos. La gran mayoría del
género humano, hemos sucumbido a la atracción minina alguna vez en nuestra vida
(a no ser que seas alérgico a ellos o un alma sin corazón). Sea de la raza que
sea, todos sabemos que algún día dominarán el mundo y les rendiremos culto.
Pero eso aún queda muy lejano.
Y pensar que los gatos lo dominaban todo…
Dentro de la amplia gama de felinos, seguro que uno os ha
llamado la atención: los gatos carey, o tricolor. Son gatos que tienen tres
colores en su pelaje, normalmente blanco, negro y naranja, ya sean separados o
mezclados. Además de esta peculiaridad, en esta raza de gatos no existen los
machos. Si, lo que leéis. Todos los gatos que veáis tricolor, son hembras.
Puede haber alguna excepción, pero es un 0.1% entre miles.
¿Cómo es posible esto? Pues tiene su explicación basada en la
genética y en los cromosomas X.
Antes que nada, os voy a explicar por encima lo que significa
un cromosoma. Como hemos dicho, un gen es una molécula de ADN que define unacaracterística en un ser vivo. Pues un cromosoma es una estructura que contiene
varios genes y, por ende, información genética. En organismos eucariotas
(organismos cuyas células tienen un núcleo, orgánulos, etc… bien organizados)
los cromosomas se pueden presentar en pareja o formando agrupaciones de 3 o más.
Centrándonos en los humanos, tenemos 23 pares de cromosomas,
es decir, 46 cromosomas en total. Sin embargo, en gatos, el número de
cromosomas varía, teniendo 19 pares de cromosomas (38 cromosomas en total).
Tanto una especie como otra, tenemos en común una pareja de cromosomas que son
considerados cromosomas sexuales.
Conjunto de cromosomas humanos |
Conjunto de cromosomas felinos |
Hay dos tipos de cromosomas sexuales: X e Y. Cuando los
emparejas, determinan el sexo que va a tener el individuo. Es decir, si
emparejas XX, el individuo va a ser hembra, en cambio, si es XY, el individuo
es macho.
Existen anomalías en relación con estos cromosomas, donde el macho puede presentar doble cromosoma X (XXY, Síndrome de Klinefelter) o doble cromosoma Y (XYY, Síndrome del Supermacho). En hembras, sin embargo, puede haber ausencia de un cromosoma X (X0, Síndrome de Turner) o aparecer con un cromosoma X de más (XXX, Síndrome de la Superhembra). Todos estos síndromes con nombres de personajes de ficción suelen aparecer en humanos. En animales también pueden aparecer, haciendo que no sean fértiles.
Existen anomalías en relación con estos cromosomas, donde el macho puede presentar doble cromosoma X (XXY, Síndrome de Klinefelter) o doble cromosoma Y (XYY, Síndrome del Supermacho). En hembras, sin embargo, puede haber ausencia de un cromosoma X (X0, Síndrome de Turner) o aparecer con un cromosoma X de más (XXX, Síndrome de la Superhembra). Todos estos síndromes con nombres de personajes de ficción suelen aparecer en humanos. En animales también pueden aparecer, haciendo que no sean fértiles.
Ahora bien, después de toda la palabrería que he soltado,
quiero que cerréis los ojos y os centréis en el cromosoma XX.
A la hora de expresar una serie de genes, lo que damos ya por
sentado es que todos son diferentes y, por ello, se encuentran en diferentes
cromosomas.
¿Todos? No
El cromosoma XX contiene dos cromosomas iguales, por lo que
puede expresar genes iguales. ¿Qué ocurre si ocurre eso? Puede causar
consecuencias en el individuo o, directamente, matarlo. ¿Por qué pensáis que
los hijos de los reyes salían con problemas o morían? Porque contenían genes
idénticos al ser sus padres hermanos (o primos), haciendo que hubiera errores a
la hora de expresarse.
Teniendo en cuenta esa premisa, todos los individuos que
tenemos el cromosoma XX… ¿moriríamos? ¿Saldríamos con problemas?
La respuesta, de nuevo, es no.
En 1966, la genetista Mary Frances Lyon, lanzó la hipótesis
de que, para evitar que hubiera una doble dosis genética idéntica, uno de los
cromosomas X se inactivara a etapas muy tempranas en el desarrollo del embrión.
Dicha hipótesis fue comprobada, haciendo que fuera un descubrimiento revolucionario en la época. ¿Cómo se muestra esta inactivación? Por los llamados Corpúsculos de Barr (cuyos descubridores fueron Murray L. Barr y Ewart G. Bertram en 1949) que aparecen en el cromosoma.
La inactivación de un
cromosoma X u otro es al azar, cosa que no evita que se herede a las
generaciones siguientes.
Dicha hipótesis fue comprobada, haciendo que fuera un descubrimiento revolucionario en la época. ¿Cómo se muestra esta inactivación? Por los llamados Corpúsculos de Barr (cuyos descubridores fueron Murray L. Barr y Ewart G. Bertram en 1949) que aparecen en el cromosoma.
¿Qué ocurre cuando un cromosoma X se inactiva? Pues que, tanto los tejidos como los órganos, tengan un mosaico de células, donde
aparecerán caracteres que han heredado de la madre y caracteres procedentes del
padre a la vez.
Para que os hagáis una idea sencilla, imaginad que la madre
tiene el carácter aceite y el padre tiene el carácter agua. Al mezclarlos,
ambos se visualizan perfectamente, aparecen en el vaso, no han formado
una nueva “sustancia”. Se diferencia la característica "aceite" de la madre y el "agua" del padre.
Por eso los gatos carey o tricolor son siempre hembras. Al
tener la pareja de cromosomas XX, cuando al azar se inactiva uno, aparece, por
ejemplo, el pelaje negro del padre y el pelaje naranja de la madre en la
descendencia, como si fueran parches.
Pero... ¿y qué ocurre con el pelaje blanco? Depende de otro gen diferente, el gen S de blanco parcial.
Pero... ¿y qué ocurre con el pelaje blanco? Depende de otro gen diferente, el gen S de blanco parcial.
Como he mencionado antes, también pueden existir gatos carey
machos, pero la probabilidad que ocurra es de 1 entre 30000, siendo infértiles.
En estos casos, ocurre que en lugar de tener el par de cromosomas XY, tienen el
trisoma (tres cromosomas) XXY. Es ahí donde uno de los cromosomas X se inactiva
y puede ocurrir el mosaico de colores. Al igual que en estos casos, los gatos
conocidos como “quimeras” pueden presentar varios colores también. Pero eso,
amigo mío, es otra historia que te contaré más adelante.
Concluyendo, si alguna vez tenéis suerte de cruzaros con un
gato carey, pensad que es un caso genético bastante fascinante, en mi humilde
opinión. Es una prueba de cómo la genética tiene controlado hasta el más ínfimo
detalle, sin dejar ningún cabo suelto. Y, por supuesto, si alguna vez queréis tener un gatito carey en vuestra casa, no lo compréis, sino adoptad.
Por último, saliendo del tema, quisiera pediros disculpas por este parón
que he hecho en el blog. He tenido un problemilla con respecto a la salud y
estoy “de baja”. Ya han pasado las semanas más difíciles, así que ahora que
tengo un poco más de tiempo, intentaré ir actualizando más seguidamente.
Gracias por vuestro apoyo y paciencia.
¡Nos vemos en la próxima!.
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